Por: Lic. Wiclef Cordero Mayta
EX DIRECTOR DE LA U.E. HUATAJATA-SECUNDARIO
La fundación de
la Unidad Educativa Huatajata-Secundario, en la otrora colegio mixto
Huatajata, responde a un conjunto de
peripecias entre dos localidades míticas de la región: Huatajata y Huarina. Dos
comunidades, después cantones y ahora
Municipios llegaron a establecer la educación monolingüe absorbiendo personas
en edad escolar de diferentes comunidades aledañas. Es así que el 1961, cuya fundación del nivel
secundario hace que la educación primaria básica puede extender la opción del
bachillerato a personas con ilusiones ilustres de la comunidad.
De esta manera,
la institución educativa es testigo documental que tiene a grandes personajes que fueron reconocidos por la formación y por las
funciones profesionales que cumplieron desde el nacionalismo educativo llegando a su esplendor
con el neoliberalismo social en Bolivia.
En este contexto
suburbano de Huatajata, la educación inicial de las primeras tres décadas
reproduce la educación nacionalista cultural, es decir, la de castellanizar
todo referente al conocimiento. De ahí, la hegemonía lingüística monolingüe
y la misma influencia turística del
sector, hizo de la cultura de la región y principalmente de Huatajata, una
etnia. Estas dos formas de ser de la vida,
tuvieron replique en la identidad cultural de los estudiantes de la
Unidad Educativa “Huatajata-Secundario”, pues el estudiante es desarraigado de
su cultura, es más, es monolingüe y desconoce el pasado ancestral por motivos suburbanos.
Como integrante de la familia, no participa en acciones individuales y grupales
que recrean y reproducen la vida de las abuelas y abuelos de la comunidad. Vale
decir, el estudiante cumple una única
función en su adolescencia: el de ser
estudiante. Deja la agricultura, la pesca, el cuidado de los animales porque
tiene una meta que cumplir: el de imitar
a los grandes personajes de Huatajata, que obtuvieron la jerarquía en
diferentes ámbitos de trabajo público
por méritos personales y su formación profesional.
De ahí la vida es un espacio de estudio.
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